La sostenibilidad es la necesidad del momento, con varios programas en el Medio Oriente y en todo el mundo ahora dedicados a reducir las emisiones de carbono. Más recientemente, los líderes que se reunieron en Glasgow para la cumbre COP26 se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados centígrados este siglo. La sostenibilidad no solo es una prioridad actual en muchas agendas gubernamentales de Medio Oriente, sino que también es uno de los temas centrales de la primera Exposición mundial del mundo árabe.

Una conclusión de estos eventos recientes es que la descarbonización del planeta requerirá que el mundo reconsidere fundamentalmente cómo generamos energía y cómo las naciones administran su infraestructura futura. Muchos países ahora están preparando el camino para las emisiones netas cero en las próximas décadas. Una nueva generación de tecnologías digitales podría resultar esencial para esta tarea.

Una era de energía ‘digital’

El mundo reconoce que las fuentes de energía limpia, como la solar y la eólica, son fundamentales si tenemos la posibilidad de reducir las emisiones globales de carbono, ya que alrededor del 40 % de las emisiones de carbono del mundo en la actualidad provienen de los sistemas eléctricos. Los expertos de McKinsey se han hecho eco de cómo, a medida que la industria de generación de energía cambia a la próxima normalidad, la adopción de las últimas tecnologías digitales y de análisis avanzado se ha vuelto fundamental.

La realidad es que las energías renovables como la solar y la eólica actualmente son inestables en muchos países porque son intermitentes y fluctuantes. Como solo un ejemplo, los sistemas de almacenamiento de energía necesarios para estabilizar estas redes se han basado tradicionalmente en baterías de litio. Su inconsistencia da como resultado problemas propios, incluida la baja capacidad disponible, la vida útil corta y los riesgos potenciales para la seguridad. En el futuro, las tecnologías digitales y de electrónica de potencia pueden ayudar a resolver la falta de confiabilidad relacionada con las baterías de litio.

Esto es sólo un ejemplo. En última instancia, los sectores de electricidad y energía necesitan un conjunto completo de soluciones de TIC para alcanzar sus objetivos de emisiones.

A medida que las empresas en Medio Oriente avanzan en su propia mentalidad de transformación digital, empresas como Huawei Digital Power ven a la región como una región de importancia estratégica para contribuir a esta sociedad baja en carbono. “Creemos que el sector de la energía ha entrado realmente en la era de la energía digital”, señala Charles Yang, vicepresidente sénior de Huawei y presidente de marketing, ventas y servicios globales de Huawei Digital Power.

Por su parte, Huawei Digital Power ve una oportunidad de integrar profundamente las tecnologías digitales y de electrónica de potencia para crear soluciones de energía bajas en carbono que cubran todo el flujo de energía, desde la generación de energía verde hasta el consumo eficiente de energía. Esto se materializa en su filosofía de utilizar bits para gestionar los vatios. En junio de 2021, Huawei e Informa Tech incluso propusieron la iniciativa Network Carbon Intensity (NCI), en la que las emisiones de carbono por bit de datos se definen como una nueva métrica para las redes verdes.

Mirando la infraestructura digital

Repensar cómo generamos, almacenamos y gestionamos los sistemas eléctricos es solo una parte de la solución. Dado que la digitalización ahora es una pieza central de las visiones de desarrollo nacional de muchos países, esta infraestructura de TIC en expansión está impulsando la demanda de energía hacia arriba. Por lo tanto, el diseño y la gestión de la infraestructura nacional de TIC son fundamentales para cumplir los objetivos de sostenibilidad futuros de los países.

Para 2030, por ejemplo, Huawei ha estimado que la humanidad entrará en la era de los datos YB (1 YB = 1000 ZB). La cantidad de datos nuevos generados en todo el mundo superará en más de 20 veces la de 2020. Al mismo tiempo, IDC predice que el gasto de las empresas en servicios de nube pública crecerá un 26,7 % en la región solo en 2021.

La proliferación de servicios de datos y basados en la nube dará como resultado picos en el consumo de energía de los centros de datos subyacentes de la región. Los centros de datos ya habían representado aproximadamente el uno por ciento del consumo mundial de energía en 2019. Esto podría aumentar a una quinta parte de toda la energía generada en todo el mundo para 2025.

Es alentador ver que los principales operadores globales de la nube han hecho declaraciones de neutralidad de carbono y se han comprometido con la energía limpia para impulsar su infraestructura. Google, por ejemplo, se ha fijado el objetivo de impulsar sus operaciones completamente con energía libre de carbono para 2030. Empresas como Huawei Digital Power también están ayudando al sector de las TIC a ahorrar energía y reducir las emisiones. Al 30 de septiembre de 2021, Huawei Digital Power había ayudado a sus clientes a generar 443 500 millones de kWh de energía verde, ahorrar 13 600 millones de kWh de electricidad y reducir las emisiones de carbono en 210 millones de toneladas, lo que equivalía a plantar 290 millones de árboles.

Ya se trate de sistemas eléctricos, infraestructura de TIC o incluso redes de transporte, la carrera hacia el cero neto está claramente en marcha. Las tecnologías digitales y de electrónica de potencia jugarán un papel innegable en esta carrera. Pero el éxito también dependerá de una coalición global de socios de la industria para construir una sociedad más inteligente y con bajas emisiones de carbono.