Vivimos en un país en donde la violencia de género tiene varias caras; y pareciera que sus ciudadanos, no caen en cuenta que existen situaciones que manifiestan el machismo y la indolencia, como cuando se coloca una denuncia por desaparición, y de pronto surgen comentarios y trabas cargados de prejuicios y estereotipos, que impiden la primera acción para hallar a la persona desaparecida.
No es exagerar que se vive una situación de emergencia, cuando se muestran las cifras de denuncias de desaparecidos y desaparecidas en lo que va del año. Para el Registro Nacional de Información de Personas Desaparecidas (RENIPED), de enero a octubre del 2021 se han recibido más de 16 mil denuncias. Cabe resaltar que, el portal no señala cuántos de ellos aparecieron, lo que sindicaría que debe reestructurarse el sistema de información de los casos.
Para Liz Meléndez, directora del Centro Mujer Flora Tristán, la falta de voluntad política se hace presente en estos casos, pues ha transcurrido un año desde la creación del portal “Desaparecidos en Perú” y, a la fecha, el Estado peruano no hace notar su compromiso para implementar un sistema integral de búsqueda especifica por enfoque de género, recayendo la investigación únicamente en la Policía Nacional del Perú y el Ministerio de Interior. “En el informe: Las Mujeres que nos faltan, recomendaciones al Estado para encontrarlas, sugerimos a nuestras autoridades reconocer la desaparición como una forma de violencia basada en enfoque de género, partiendo de la violencia a la que están expuestas las niñas y mujeres, como la explotación sexual, violencia sexual y feminicidio.
También, Meléndez, instó a hacer la denuncia por desaparición inmediatamente, para generar una alerta que permita buscar a la persona no habida. “Cualquier persona puede hacer la denuncia en la comisaría más cercana sin tener que esperar 24 horas de desaparición, no hay que tener miedo ni ser tímidos para recurrir a la búsqueda de nuestros seres queridos y amigos”. Mientras la acción sea inmediata, la policía tendrá más oportunidades para desplegar la búsqueda, sostuvo la representante de Flora Tristán.


Cabe sostener que, en el 2020, la cifra de mujeres desaparecidas correspondió al 63 por ciento de las denuncias recogidas por el RENIPED. A diferencia del 2021, en el año anterior sí incluyó el factor género en los datos, y se pudo determinar que hubo 7388 niñas y adolescentes desaparecidas, entre 12 y 17 años, cifra que corresponde al 62 por ciento del total de desaparecidas.
En el informe BÚSCALAS “Las mujeres que nos faltan”, realizado por el Centro Mujer Flora Tristán y Amnistía Internacional, se presentaron diversos casos de mujeres desaparecidas, como
el de Nelly Cerna, en donde se suscriben las acciones machistas en las comisarías, que impiden la búsqueda oportuna de la posible víctima: “Mi mamá primero fue a la Policía a poner la denuncia, pero no se la aceptaron porque le dijeron que mi hermana se había ido con otra persona, y cómo podía sentar una denuncia al instante, si ella era mayor de edad. Le dijeron que seguramente se había ido con un amante”.
Por su lado, la Defensoría del Pueblo, en su estudio “Qué pasó con ellas”, reportó de enero a agosto a nivel nacional, 3967 notas de alerta, de las cuales 1409 fueron en mujeres adultas y 2558 en niñas y adolescentes mujeres.