Lima.- Con la crisis sanitaria tenemos a nuestra disposición nuevos y variados canales digitales que nos permiten obtener un producto o servicio desde la comodidad de nuestro hogar. Sin embargo, un acto cotidiano como comprar puede convertirse en un problema si lo asociamos a conductas compulsivas.

“Comprar es un acto común que todos realizamos, pero, algunos factores emocionales como la ansiedad, depresión, etc. podrían llevar a una persona a comprar compulsivamente. Esto generalmente se da por sentir algún vacío o carencia emocional, necesidad de atención, necesidad de reconocimiento y autovaloración, entre otros. Esta situación podría llegar a ser una patología grave conocida como oniomanía. Incluso, es importante destacar también que en épocas festivas como la Navidad se podría acentuar este problema”, explica la Dra. Marilyn Toledo, psicóloga clínica de posgrado de la Universidad Norbert Wiener.

En ese sentido, ¿cómo podemos reconocer si somos compradores compulsivos o si algún amigo o familiar lo es? La especialista nos brinda algunas conductas de alerta a los que deberíamos estar atentos.

Gasta más dinero del que su presupuesto le permite.
Siente una oleada de euforia y ansiedad antes de comprar algo.
Luego de la compra se arrepiente o siente culpa.
Compra cosas innecesarias, inútiles o que no usará por mucho tiempo.
Paga casi siempre con tarjetas de crédito y no concibe una vida sin ellas.
Utiliza tiempo del trabajo o del estudio para buscar productos en internet y encontrar las “mejores ofertas”.
Utiliza las compras como válvula de escape ante cualquier problema porque cree que eso lo hará feliz.
Miente a los demás sobre las compras que realiza y los precios de los productos.
Ha discutido con alguien acerca de su forma de comprar.
Este comportamiento se vuelve patológico cuando las compras superan cinco ocasiones al mes.
Asimismo, la psicóloga clínica nos brinda cinco recomendaciones para evitar caer en esta patología:

Planifica y prioriza tus compras. Analiza con honestidad tus necesidades y escribe en una hoja la lista de lo que realmente necesitas comprar.
Organiza tus gastos en función de tu presupuesto y destina un monto específico para aquellos artículos que deseas adquirir fuera de aquellos que son de consumo básico, como alimentos, por ejemplo.
No salgas a comprar cuando estés triste, molesto, irritable, ansioso o con ánimo inestable.
Analiza y detecta si tienes una conducta acumuladora.
Busca ayuda especializada (psiquiatra y psicólogo). Es importante atacar el problema desde la raíz, si estamos pasando por un momento difícil que nos lleve a tener conductas compulsivas lo mejor es tratarlo con un especialista.
Para finalizar, Toledo menciona que “es importante recordar que este comportamiento de comprador compulsivo puede volverse patológico cuando las compras superan cinco ocasiones al mes (no cuentan aquellas compras de productos o servicios básicos). Además, las personas que tienen estas conductas de adicción pueden llegar a recurrir a empeñar sus cosas, sobregirarse en sus tarjetas de crédito, sacrificar el gasto familiar, llegando a poner en riesgo su relación de pareja, familiar, laboral y de amistad”.