La diabetes mellitus es un trastorno endocrino que se caracteriza por grados variables de resistencia y deficiencia de la insulina, lo que resulta en hiperglucemia. Esta última se entiende como el aumento anormal de la cantidad de glucosa que hay en la sangre.

“Existen diversos tipos de diabetes. En forma general encontramos la diabetes tipo 1; la diabetes tipo 2, que es la más frecuente, y la diabetes gestacional. Algunas de las posibles complicaciones de la diabetes incluyen enfermedad cardiovascular, neuropatía, nefropatía, retinopatía y aumento de la mortalidad”, explica Denisse Champin, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).

Según la Organización Mundial de la Salud, las muertes por diabetes aumentaron en un 70 %, a nivel mundial, entre 2000 y 2019. Mientras que, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el 2020, el 4,5 % de la población peruana, de 15 a más años de edad, tenía diabetes mellitus, diagnosticada por un profesional de salud.

“Se considera que la resistencia a la insulina es una condición de prediabetes, por ello es importante descubrirla a tiempo y tomar ciertos cuidados, a fin de evitar que progrese a diabetes”, sostiene Champin. En este sentido, la especialista brinda las siguientes recomendaciones para los pacientes con dicha condición:

Realizar actividad física. Aumentar la actividad física de intensidad moderada a 150 minutos por semana o más. La dieta más la actividad física pueden reducir el riesgo de diabetes en adultos con prediabetes.

Consumir alimentos con alto contenido de fibra. Además, deben estar mínimamente procesados. Algunos ejemplos son las verduras, las frutas, los cereales integrales y los productos lácteos sin almidón.

Incluir en la alimentación productos ricos en ácidos grasos omega-3. Podemos encontrarlos en el pescado graso, las nueces y las semillas.

Llevar una dieta de estilo mediterráneo. Esta es rica en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, la cuales contribuyen a mejorar el metabolismo de la glucosa y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Evitar el azúcar. Reemplazar el consumo de bebidas endulzadas con azúcar, incluyendo los jugos de frutas, por agua. Así como minimizar el consumo de alimentos endulzados con azúcar.

Dejar de fumar. Los pacientes con resistencia a la insulina no deben fumar, ni consumir productos que contengan tabaco, incluyendo los cigarrillos electrónicos.

Respecto a la diabetes tipo 2, Champin afirma que “requiere de un control periódico, por parte del médico, con la finalidad de restablecer el metabolismo y prevenir complicaciones de la enfermedad. Por ello, en su control, se precisa de la participación de distintas especialidades como cardiología, oftalmología, nefrología, neurología, entre otras. Las complicaciones de la diabetes se presentan después de algunos años de padecer la enfermedad”.

Finalmente, la especialista sostiene que “la diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica, cuya incidencia ha crecido en conjunto con la epidemia de la obesidad en el mundo. El cumplimiento de una vida saludable, que incluya la alimentación y la actividad física, es central para prevenir el desarrollo de la misma”, concluye la especialista.