Panamá.- El número de niños y niñas migrantes que cruzan la selva del Darién a pie ha alcanzado un máximo histórico, según ha advertido hoy UNICEF. La selva del Darién, que separa Colombia y Panamá, es uno de los lugares más peligrosos para los migrantes que intentan llegar a Norteamérica.

Casi 19.000 niños y niñas migrantes han atravesado la selva del Darién en lo que va de año, casi tres veces más que el número registrado durante los cinco años anteriores juntos. Más de 1 de cada 5 migrantes que cruzan la frontera entre Colombia y Panamá son niños y niñas. La mitad de ellos tiene menos de cinco años.

En este denso bosque tropical, las familias de migrantes con niños y niñas están particularmente expuestas a la violencia, incluido el abuso sexual, la trata y la extorsión por parte de bandas criminales. Los niños y niñas que cruzan la selva del Darién también corren el riesgo de contraer diarrea, enfermedades respiratorias, deshidratación y otras dolencias que requieren atención inmediata.

“Cada niño y niña que cruza la selva del Darién a pie es un superviviente”, ha dicho la directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, Jean Gough. “En lo profundo de la selva, el robo, la violación y la trata de personas son tan peligrosos como los animales salvajes, los insectos y la absoluta falta de agua potable. Semana tras semana, sigue habiendo niños y niñas que mueren, que pierden a sus mades y padres, o se separan de sus parientes durante el peligroso viaje. Es espantoso que los grupos criminales se aprovechen de estos niños y niñas cuando son los más vulnerables”, ha añadido.

En 2021, se ha encontrado a al menos 5 niños y niñas muertos en la selva. Asimismo, más de 150 niños y niñas han llegado a Panamá sin sus madres y padres; algunos de ellos son bebés recién nacidos, un aumento de casi 20 veces frente al año anterior.

En la selva del Darién, las bandas criminales utilizan cada vez más e intencionalmente la violencia sexual como instrumento de terror. Entre enero y septiembre de 2021, UNICEF registró 29 denuncias de abuso sexual de niñas adolescentes durante el viaje. Muchas más mujeres han denunciado abusos sexuales.

“Nunca antes nuestros equipos sobre el terreno habían visto a tantos niños y niñas pequeños cruzando la selva del Darién, a menudo sin compañía. Una afluencia tan creciente de niños y niñas que se dirigen al norte desde Sudamérica debería ser tratada urgentemente como una grave crisis humanitaria en toda la región, más allá de Panamá”, afirmó Gough.

Los y las migrantes, de más de 50 nacionalidades de lugares tan lejanos como África y el sur de Asia, están utilizando esta ruta en su camino hacia Estados Unidos. La mitad de los migrantes son de Haití, muchos de los cuales tienen hijos nacidos en Chile o Brasil.

En Colombia, UNICEF y sus aliados están ayudando con servicios de agua, saneamiento e higiene, particularmente en las zonas del muelle de Necoclí, donde más de 1.000 personas, incluidos niños y niñas, esperan alternativas de transporte hacia Panamá. UNICEF también está trabajando con las autoridades locales para identificar a los niños y niñas separados y no acompañados con unidades móviles.

En Panamá, UNICEF y sus aliados prestan apoyo psicosocial y servicios de salud a los niños y niñas migrantes, especialmente a quienes han quedado separados de sus madres y padres. Los equipos de UNICEF también están ayudando a derivar a los niños y niñas que han sufrido violencia a los servicios de protección locales.

Junto al Gobierno de Panamá, UNICEF distribuye agua todos los días a unas 1.000 personas, así como kits de higiene a niñas y mujeres adolescentes migrantes en los tres centros de recepción en Bajo Chiquito, Lajas Blancas y San Vicente.

Dado que se espera que el número de niños, niñas y familias migrantes en la selva del Darién aumente aún más durante las próximas semanas y meses, UNICEF está ampliando su respuesta humanitaria para abordar las necesidades urgentes de los niños, las niñas y las familias en tránsito en Panamá y Colombia.

Con el apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de Estados Unidos y la Agencia Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO), los equipos y aliados de UNICEF sobre el terreno están aumentando la prestación de servicios críticos como el acceso a salud, agua, higiene y saneamiento, protección, ayuda psicosocial y nutrición.

UNICEF insta a los gobiernos a garantizar la protección de los niños y niñas en tránsito a lo largo de su viaje y a coordinar la puesta en marcha de una respuesta humanitaria más sólida en todos los países involucrados. Se debe promover la integración de las familias migrantes en las comunidades de acogida y se deben abordar las causas fundamentales que las llevan a migrar.