Lima.- Cecilia Bracamonte prometió un show de lujo para su regreso a los conciertos presenciales y lo cumplió con creces. Anoche, martes 28 de setiembre, la ‘Diva de la Música peruana ‘ subió al escenario del Gran Teatro Nacional y rompió el molde. La artista no sólo regaló magníficas interpretaciones de clásicos del repertorio criollo sino que dio cátedra de versatilidad al cantar géneros como el pop, la balada, la cumbia, el huaino y la música negra.

Estos célebres «Momentos», como tituló a su recital, fueron agradecidos con efusivos vítores y cálidos e interminables aplausos por parte del respetable, gratamente sorprendido por su artista. Un solo de violín ejecutado por María Elena Pacheco, antecedía la aparición de Bracamonte, pulcramente enfundada en un deslumbrante vestido azul, creación de Zafra. «Mi Perú» y el himno ochentero «A todo a pulmón» abrieron el concierto.

Un trío de valses con arreglos frescos y modernos, composiciones de Mario Cavagnaro, siguieron en la lista: «Te fuiste de mí», «Noche tras noche» y «Destino sin amor», las dos primeras canciones inspiradas en las experiencias de vida de la propia cantante. Luego, vendría el colorido del ande en la interpretación del huaino “Ojos azules» e inmediatamente después, dos valses intensos: «Súplica» y «Quiero que estés conmigo», magistral composición de Juan Mosto.

Bracamonte compartió el protagonismo de la velada con los virtuosos músicos de su orquesta. María Elena Pacheco y Ernesto Hermosa, su director musical, fueron parte del número «Somos novios», que tuvo a su vez un destacable acompañamiento coreográfico ejecutado por Bye Papi Nazareth, bailarina peruana radicada en Madrid, quien, a pedido de Bracamonte, llegó a Lima para estar en esta presentación. Canciones del repertorio romántico internacional como «El amor acaba», «Déjame vivir», «Brindaremos por ti», «Amalia Rosa» cerraron la primera parte de este espectáculo que quedará para el recuerdo.

Tras un solo de cajones, a cargo del grupo Jiza, Bracamonte volvió a la palestra, esta vez vestida con un impecable conjunto blanco, otro diseño de Zafra, para interpretar junto a sus coristas Lourdes Carhuas, Mónica Cevallos y Paloma Sánchez la canción «Como han pasado los años». Y, como cereza del pastel, un potente dúo con Lourdes Carhuas, en el tema “Hazme olvidarlo”, juego de voces que remeció al primer escenario del país.

El momento emotivo de la noche llegó con “Cada domingo a las 12”, canción que el eterno Augusto Polo Campos escribiera para su madre y que en esta ocasión su musa dedicó a todos los caídos por la pandemia. En el ‘setlist’ tampoco podía faltar un tema de la inmortal Chabuca Granda, de ella Cecilia eligió cantar «Fina estampa», acompañada nuevamente de la impecable baile de Bye Papi Nazareth.

El innovador show, con una inversión de técnica en luces, pantallas y vídeos, tuvo su momento de algarabía con las cumbias «Que nadie sepa mi sufrir», «Cariñito» y «Que levante las manos» y un fin de fiesta espectacular a ritmo de festejo con “La espera quema”, tema que puso a Cecilia a tocar las baquetas; y a Lourdes Carhuas, las congas.

Agradecida con las autoridades del GTN y el Ministerio de Cultura por impulsar la reactivación del sector musical, a días de cumplir 59 años de carrera artística, Cecilia Bracamonte concluyó su memorable noche: cantando, bailando y tocando, tal y como quería hacerlo.

CON EL RUEGO DE SU DIFUSIÓN
La Banda SAC