Lima.- Como parte de su campaña ‘Cuídate con Cuidado’, la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y la Asociación Peruano Japonesa (APJ) realizaron la mesa redonda “Variante Delta en el Perú: mitos, realidades y secuelas en la salud mental”, en donde especialistas de la salud disertaron acerca de la nueva variante que ya se encuentra presente en nuestro país y su repercusión en la vida de la población.

La Dra. Deysi León, profesional del staff médico de la especialidad de Neumología y el Psic. Sergio Santiago, profesional especialista en Neurociencias –ambos del Policlínico Peruano Japonés– abordaron, desde diversas aristas, la conocida variante india Delta y cómo trabajar en su prevención física y emocional a través de la práctica de las 3C, un modelo de prevención con mucho éxito en el mundo.

¿Mitos o realidades?

Aunque los primeros casos de los infectados con la variante B.1.617.2 (Delta) del virus se detectaron en la India en diciembre de 2020, fue en este año que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la etiquetó como una de las “variantes de preocupación”, considerando que está camino a convertirse en la líder del contagio en el mundo.

“La llegada de Delta está concitando la atención sobre el potencial del SARS-CoV-2, para evolucionar y adaptarse en los próximos meses y años. Se cree que es la variante más transmisible y puede evadir la inmunidad, pues a la fecha hay más de 80 países con casos de la cepa”, destacó la Dra. Deysi León.

Una investigación del Public Health England (Departamento de Salud de Inglaterra), destacó la capacidad de Delta para propagarse, en comparación con Alpha, que apareció en el Reino Unido en 2020, ya que está obteniendo estimaciones de 50% o 100% más de probabilidad de transmisión.

“Ante este panorama, la comunidad científica en el mundo coincide en que se necesitan medidas urgentes para detener la propagación de la nueva variante. De manera que el objetivo no es solo salvar vidas inmediatas, sino también evitar que el virus evolucione más, lo cual solo es posible a través de las medidas de prevención”, apuntó la especialista.

Situación en el Perú

Luego de confirmarse la presencia del primer caso de la variante en Lima; y el tercer caso en Arequipa, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) suspendió los servicios de transporte de personas desde y hacia Arequipa para evitar la propagación de esta variante del coronavirus.

Esto sumado a que, en dicha región, las cifras de fallecidos por COVID-19 y la positividad de la infección han incrementado, pues de acuerdo con el Ministerio de Salud (MINSA) desde finales de mayo se han reportado más de 3.000 casos positivos a la semana en Arequipa.

“En este contexto, no bajar la guardia a través de cuidados como: ventilar los lugares cerrados, realizar el lavado de manos frecuente, mantener la distancia de al menos dos metros y el uso de mascarillas, contribuyen a evitar que la nueva cepa continúe mutando. Adicional a ello, es importante fortalecer el sistema inmunológico, previniendo enfermedades como hipertensión, diabetes u obesidad a través de una alimentación balanceada”, agregó Deysi León, miembro de la Sociedad Peruana de Neumología.

Precisamente, para contribuir con la difusión de las medidas preventivas, la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y la Asociación Peruano Japonesa (APJ) promueven la campaña Cuídate Con Cuidado, que difunde la práctica de las 3C (evitar espacios cerrados, evitar lugares concurridos y evitar contacto cercano), como una manera sencilla y eficaz de hacer frente a esta enfermedad.

Secuelas en la salud mental

Una investigación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indica que un tercio de los pacientes que se recuperan de COVID-19 pueden tener cambios duraderos en su estado de ánimo, y sufren de ansiedad o depresión. 

“Derivados de la pandemia, el miedo al contagio, el duelo por la partida de seres queridos, la ansiedad por el distanciamiento social y la incertidumbre sobre el futuro, han detonado un gran aumento de trastornos mentales en nuestro país”, mencionó el psicólogo Sergio Santiago, profesional especialista en Neurociencias del Policlínico Peruano Japonés.

Algunas recomendaciones básicas para contrarrestar estas consecuencias psicológicas son: mantener una terapia ocupacional y orden de actividades que nos permita dar sentido a la vida, realizar algún tipo de activación física constante, ya sea virtual o al aire libre, así como realizar actividades distintas con otras personas –pueden ser virtuales–. Si pese a estas indicaciones una persona continúa deprimida, es necesario acudir con un profesional de salud mental, psicólogo o psiquiatra.

“En este contexto, la práctica de las 3C puede ayudar a que las personas retomen algunas actividades cotidianas. Si evitan espacios cerrados, lugares concurridos y el contacto cercano, tal como lo señala este modelo, podrían volver a salir y socializar con mayor libertad, sin temor y así mejorar su salud emocional”, finalizó Sergio Santiago.

Hay quienes creen que aislarse podría ser la solución para evitar un posible contagio; sin embargo, aplicando estas sencillas medidas como algo habitual en su rutina, pueden prevenir el contagio y también cuidar a los otros.