El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Luis Salas Arenas, afirmó que el sistema electoral en su conjunto trabaja de forma intensa y coordinada para asegurar la transparencia y limpieza de la segunda elección presidencial, tal como ocurrió en los comicios del pasado 11 de abril.

Subrayó que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) se está encargando de que el acto de sufragio se desarrolle a cabalidad, mientras que el Registro Nacional de Identificación y Registro Civil (Reniec) ha cumplido en lo relativo al padrón electoral.

El magistrado refirió que el JNE, por su parte, cumplirá con su rol, como lo ha hecho en la primera vuelta, esperando tener en tiempo récord los resultados definitivos de la elección.

En ese sentido, dijo que el proceso del domingo 6 de junio será transparente y tendrá la auditoría de los organismos internacionales de observación electoral. “Así que deben confiar en los resultados”, enfatizó en entrevista con Canal N.

Precisó que 150 observadores internacionales, entre ellos de la OEA, la Unión Europea y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), velarán por la transparencia del proceso electoral.

En relación a la supuesta negativa de acreditar a algunas organizaciones internacionales, el titular del JNE aclaró que la solicitud era tardía, pues, conforme a la normativa, debieron inscribirse antes de la primera elección, es decir para todo el proceso de Elecciones Generales.

De otro lado, sostuvo que el JNE no puede excluir de un proceso electoral a alguien que no tenga por lo menos una condena en primera instancia. Añadió que, en el caso de los virtuales congresistas no tenían condena en primera instancia, por lo cual no podían ser excluidos.

“Interesadamente se está diciendo que el JNE y su Presidente han permitido que cinco personas que están condenadas o procesadas por terrorismo están llegando al Parlamento Nacional y eso es falso”, remarcó.

Salas Arenas fue entrevistado junto con el jefe de la ONPE, Piero Corvetto, quien manifestó que la ciudadanía debe tener la absoluta certeza de que el sistema electoral garantizará que los resultados serán el fiel reflejo de la voluntad popular.