El agua potable es uno de los recursos más valiosos del mundo. Por este motivo, Audi ha incluido la utilización responsable y eficiente del agua como un elemento clave de su programa medioambiental Mission: Zero. La compañía refuerza su objetivo de mantener el nivel de consumo del líquido elemento al mínimo, y dejar de utilizar agua potable en la producción de vehículos en el futuro. Para ello, Audi está implementando procesos eficientes y ciclos cerrados de agua, aumentando el uso de agua procedente de la lluvia. A largo plazo, Audi tiene previsto implantar ciclos cerrados de agua en todos sus centros de producción.

El agua potable es un recurso valioso y escaso: 2.200 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso regular a agua limpia. Las Naciones Unidas estiman que la demanda de agua potable puede aumentar en un 55% para 2050. El agua también es esencial en los procesos de producción de automóviles; por ejemplo, en el taller de pintura o a la hora de realizar las pruebas de estanqueidad. Peter Kössler, Director de Producción y Logística, declara:

“Tenemos como objetivo disminuir drásticamente nuestro consumo de agua dulce y reducir a la mitad el consumo de agua por vehículo producido de cara a 2035. En la medida de lo posible ya usamos agua reciclada que ha sido utilizada y tratada varias veces. Nuestra visión es tener ciclos cerrados de agua en todos nuestros centros de producción”.

Para priorizar las medidas de conservación del agua de forma selectiva, Audi utiliza un valor específico para cada localización, que tiene en cuenta la extracción de agua en relación con la disponibilidad regional de la misma. Esto permite aplicar medidas en aquellas zonas donde el agua es especialmente valiosa. De este modo, el consumo de agua ponderado ecológicamente en la producción debe reducirse de la media actual (de unos 3,75 metros cúbicos) a una cifra de alrededor de 1,75 metros cúbicos por coche producido pensando en 2035.

Audi México es pionera en cuanto al uso responsable del agua como recurso. Esta fábrica es el primer centro de producción a nivel mundial que fabrica vehículos sin generar aguas residuales, algo que lleva haciendo desde 2018. Una planta de tratamiento biológico con un sistema de ultrafiltración y ósmosis inversa recoge las aguas residuales generadas en la producción, las purifica y devuelve gran parte de las mismas al ciclo de agua de la planta. La factoría utiliza el agua tratada como agua de servicio, la reutiliza en la producción o la emplea para regar las zonas verdes del recinto, por ejemplo.

En la fábrica de Neckarsulm se establecerá un ciclo cerrado de agua entre la fábrica y las instalaciones municipales de tratamiento de aguas residuales de Unteres Sulmtal. Antes de que pueda iniciarse el ciclo y la correspondiente construcción de una nueva instalación de suministro de agua, Audi ensaya el proceso con una instalación piloto. El agua que vuelve de la planta de tratamiento se introduce en un depósito situado en la parte norte de las instalaciones de la fábrica, donde se trata mediante sistemas de filtrado y membranas para su posterior reutilización en la producción. La calidad del agua se comprueba continuamente durante todo este proceso. Los controles de calidad también incluyen un análisis de laboratorio que determina las propiedades del agua tratada cada dos semanas. Si las pruebas resultan satisfactorias, la construcción de la nueva instalación de suministro de agua comenzará en 2022, y la planta recurrirá a este ciclo de agua a partir de 2025.

La planta de Ingolstadt cuenta con un centro de suministro de agua de servicio desde 2019. Junto con el sistema de tratamiento anterior, aproximadamente la mitad de las aguas residuales generadas en la fábrica pueden introducirse en un circuito donde se tratan y preparan para su reutilización. Las aguas residuales pasan por tres etapas antes de poder reutilizarse como agua de servicio en la producción. En primer lugar, una instalación fisicoquímica neutraliza los elementos alcalinos y ácidos y elimina los metales pesados, antes de entrar en el biorreactor de membrana, el corazón del centro de suministro de agua de servicio. Aquí es donde el agua de producción se mezcla con las aguas residuales sanitarias y se eliminan los componentes orgánicos. Las sales restantes se eliminan mediante ósmosis inversa, y el agua residual purificada se reintroduce en el ciclo como agua de proceso. De este modo, Audi ahorra hasta 300.000 metros cúbicos de agua dulce al año.

Además, Audi utiliza embalses de retención de agua de lluvia en múltiples emplazamientos para cubrir su propia demanda de agua de la forma más eficiente posible. En las instalaciones de Audi México existe un depósito de agua con una capacidad de 240.000 metros cúbicos. Se llena durante la temporada de lluvias, que dura unos seis meses, de mayo a octubre. El agua de lluvia que se recoge y se trata, se utiliza luego en la planta. Audi también acumula agua de lluvia en estanques subterráneos destinados a la retención de aguas pluviales en la fábrica de Ingolstadt, para posteriormente introducirlas como agua de proceso en el ciclo del agua de la propia planta. Dependiendo de las condiciones meteorológicas, se pueden recoger hasta 250.000 metros cúbicos de agua de lluvia al año. En los próximos años también se incrementará el uso de agua de lluvia en el resto de instalaciones.