Lima.- Con mascarillas y protectores faciales pintados, cientos de personas protestaron en las puertas del Centro de Conciliación y Arbitraje (Ceconar) de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud), para que atienda el caso de Alejo Curilla Sosa (50) quién hace cinco años acudió a la Clínica Montefiori, para operarse de las rodillas, y ahora se encuentra en estado de coma, y por si fuera poco con Covid-19. 
Los familiares denuncian que durante esos años han sufrido una serie de entrampamientos judiciales y del sector salud que hasta la fecha no toman su caso. “No nos cansaremos de pedir justicia para Alejo, hasta que alguna autoridad atiendan nuestro pedido”,  sostuvo  Esperanza Curilla, hermana de la víctima. 
“En el expediente se señala las deficiencias en la atención a mi hermano. Susalud, tiene conocimiento y el expediente, sin embargo hasta la fecha no hay conciliación y no nos informan de nada. Nos cierran la puerta en la cara, no es posible que Susalud se parcialice con el caso”, agregó. 
 
Según el expediente PAS N°0050-2018 Informe N°1016-2018/Fis de la Superintendencia Nacional de Salud, la Clínica Montefiori no habría realizado el monitoreo al paciente en el Servicio de Recuperación Post Anestésica conforme se sustenta en los folios 1202 y 1205 adjuntando a la historia clínica N° 1161902. Por ende refiere que no se cumplió con los procedimientos establecidos en la Norma Técnica relativa a la Atención Anestesiológica. 
 
Los parientes, agregan que el señor Alejo, fue llevado a la sala de recuperación. Sin embargo, para sorpresa de todos, cuatro horas después, por advertencia de la esposa del paciente, la enfermera recién se dio cuenta de la ausencia de pulso. Según informe de La Clínica Montefiori, se practicó una traqueotomía para hacer respirar artificialmente al paciente. Sin embargo, la boquilla del instrumento estaba defectuoso. 
 
“Nosotros no, nos explicamos porqué a mi hermano se le aplicó anestesia general inhalatoria. No se explica por qué, cuando correspondía solo anestesia local (era un problema en la rodilla). A pesar de esto, el Dr. Mario Marín Pando, inició la artroscopia, la que no debía tener mayor complicación”, reveló, Esperanza Curilla. 
“Ahora mi hermano está con Covid-19, y no sabemos de él, no permiten las visitas. Todo esto es una paseadera señor. Acaso buscan que mi hermano se muera para terminar el caso. En esta pandemia, es muy difícil asistir económicamente a un paciente. Nosotros realizamos, polladas, vedemos faciales y mascarillas en la calle para sustentar los gastos que demanda tener a nuestros familiar internado”, expresó.  
“Esta es una injusticia, por eso hacemos un llamado al Ministro de Salud, Óscar Ugarte, para que vea  nuestro caso. Nosotros nos sentimos impotentes porque pasan los años y nada de justicia. Ni siquiera nos escuchan, ni nos atienden”, indicó Esperanza, quién manifestó que esperó por largas horas en las puertas del Ceconar en  el Centro de Lima y nadie la atendió.