Las infecciones respiratorias agudas son la causa principal de morbilidad y mortalidad, especialmente en los cambios estacionales. Cerca de cuatro millones de personas mueren por estas afecciones cada año y 98% de esos fallecimientos se deben a infecciones de las vías respiratorias inferiores. Las tasas de mortalidad son más altas entre niños y ancianos, sobre todo en los países de bajos y medianos ingresos.                   

El doctor Miguel Tsukayama, neumólogo de la Clínica Ricardo Palma, destaca que este año hay que prestar especial atención a tres enfermedades respiratorias: el resfrío, la influenza (gripe), y el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) causado por el COVID-19.

El especialista indica que los virus del resfriado, influenza (gripe) y coronavirus se propagan principalmente por gotitas esparcidas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También puede infectarse al tocar una superficie u objeto que contenga el virus (por ejemplo, la manija de una puerta) y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca.

Los resfriados generalmente causan congestión o secreción nasal y estornudos; sin embargo, otros síntomas son: tos, garganta irritada y ojos llorosos. En el caso de la gripe o influenza los síntomas aparecen de forma repentina y pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, tos seca, dolor de garganta y muscular, cansancio y una sensación de malestar general. Al igual que los virus que causan el resfriado, los de la gripe pueden generar congestión nasal, ojos llorosos y estornudos. La mejor manera de prevenir la gripe es vacunándose todos los años.

Con respecto al COVID-19, sus principales síntomas son: fiebre, tos seca, cansancio, malestar general, dolor de garganta y/o cabeza, diarrea, pérdida del sentido del olfato o del gusto, entre otros. Entre las principales complicaciones de esta enfermedad se encuentran: la neumonía y problemas para respirar, insuficiencia de varios órganos, problemas cardíacos, una afección pulmonar que hace que poca cantidad de oxígeno pase a través del torrente sanguíneo a los órganos (síndrome de dificultad respiratoria aguda), coágulos sanguíneos y lesión renal aguda.

El neumólogo resalta que, por lo general, es difícil diferenciar entre un resfriado, gripe, o COVID-19. Por lo tanto, se recomienda consultar con un especialista ante la aparición de cualquiera de estos síntomas.

Finalmente, refiere que la mejor manera de ayudar a prevenir la transmisión de los microbios causantes de enfermedades respiratorias es evitar el contacto con gotitas o secreciones de saliva, mucosidad y lágrimas. Entre las medidas preventivas a considerar, tenemos:

●   Minimizar el contacto cercano con personas que tengan síntomas de enfermedad respiratoria, como tos o estornudos, usando mascarillas y guardando una distancia de 2 metros.

●   Lavarse las manos regularmente.

●   Evitar compartir artículos de uso personal, como utensilios para comer o beber, cepillos de dientes y toallas, especialmente con personas enfermas.

●   Mantener un entorno aireado.●          Algunas enfermedades respiratorias como la influenza (gripe), neumonía por neumococo o COVID-19 pueden prevenirse con una vacuna