Estudios recientes de alcance global advierten que, cuando la gente usa el teléfono, el 84% del tiempo está viendo WhatsApp o canales de mensajería. Este es uno de los datos objetivos sobre los que se asienta el servicio de ATOM, la empresa panameña líder en Centroamérica en comercio conversacional, que ahora apunta a liderar el mercado peruano.

Esta compañía, que experimentó en 2020 un impresionante crecimiento del 1625%, llega con el objetivo de ayudar a las empresas del país a aumentar sus ventas de manera exponencial mediante una plataforma que, combina la automatización de los chatbots con la interacción humana personalizada para la venta a través de los servicios de mensajería instantánea líderes en el mundo, como WhatsApp y Facebook Messenger.

La plataforma ya ha permitido conectar a grandes empresas con más de 11 millones de usuarios finales y ha procesado arriba de 150 millones de mensajes para clientes como Toyota, Ford, Hyundai, Telefónica, Digicel, Grupo ASSA, Grupo Unicomer, Banco Regional Ficohsa, entre otros, en al menos seis países de la región.

ATOM fue creada por los emprendedores centroamericanos Erick Holmann y René Mouynes, empresarios con más de 20 años de experiencia trabajando con bancos y operadores de telefonía de esa región. Hoy tiene más de un millón de dólares en ingresos anuales y fue seleccionada entre los 11 startups más relevantes del mundo por parte de la aceleradora Techstars.

El comercio conversacional permite a las personas conectarse con sus marcas o empresas favoritas a través de servicios de mensajería de texto, con la intención de impulsar la compra de bienes o servicios. Fue usado por primera vez en 2016 y en pocos años se convirtió en una estrategia fundamental para incrementar ventas y fidelizar clientes en ecommerce.

La propuesta de Atom tiene como pilares la automatización, los asesores y los datos. Su principal diferencial es su enfoque en lograr una interacción humana entre empresas y clientes que sólo termina cuando el cliente se sienta atendido y escuchado, por medios como Whatsapp y Facebook Messenger.

“El problema de los chatbot es que son completamente automáticos y no dan respuestas a todas las inquietudes de las personas. Su uso se agota cuando el cliente pide que lo contacten con una persona o quiere hacer preguntas por fuera de las estipuladas en el bot”, apunta Erick Holmann.

En ese sentido, ATOM no propicia reducir el personal del negocio sino optimizar las ventas, potenciando el desempeño de los vendedores, por ejemplo a través de discriminar automáticamente entre intenciones de compra versus los llamados “windows shopper”, es decir, los que sólo van a mirar. Así, la herramienta hace un filtro para que los vendedores se centren en atender a quienes tienen intenciones de compra.

Todo esto con herramientas que, además, colaboran para que todo el equipo de ventas salude y brinde la información de la misma manera, con una homogeneización de la identidad corporativa o de marca que agrega credibilidad al servicio; atributo que estimula la confianza del cliente que, en ecommerce, es un bien escaso.

“La desconfianza dentro del ecommerce nace de la imposibilidad de contacto personal con el vendedor, por eso, el soporte humano en torno al cual gira el servicio es fundamental, ya que el consumidor necesita a alguien a quien pueda preguntarle si hay stock, cuánto va a tardar en llegar el envío, entre otras cosas. Aunque esta información esté en la web la gente no confía, excepto cuando se trata de una empresa validada previamente, tipo Amazon”, explican los fundadores de ATOM.

Su plataforma asegura que puede lograr que el comerciante hasta quintuplique sus ventas, con un mínimo de duplicarlas desde el momento en que el servicio es puesto en funcionamiento. Además, su sistema se puede personalizar según la industria y las necesidades del negocio.

Los principales clientes que han adoptado la plataforma de comercio conversacional de ATOM pertenecen a las industrias: automotriz, retail y banca; teniendo en el sector automotriz como caso de éxito a Toyota Panamá, a quienes duplicaron en dos meses sus ventas.

Holmann y Mouynes crearon este emprendimiento con base a la táctica que caracteriza a los emprendedores. Primero identificaron el problema que querían solucionar y luego idearon el desarrollo y el modelo de negocio. “Mi socio y yo siempre hablábamos de cómo mejorar nuestra forma de conectarnos con nuestros clientes. Llamarlos múltiples veces en el día hasta poder dar con ellos era engorroso y molesto para ellos. Es aquí donde vimos la oportunidad de entrar al espacio de comercio conversacional con más de 3.5 billones de usuarios activos”, recuerda René.

“Nuestra misión es apoyar a las empresas en que puedan utilizar este canal de comunicación para conectarse con sus clientes, brindando una experiencia extraordinaria para ellos, generando clientes satisfechos y que esto se contabilice en un incremento en ventas. Vemos en el Perú mucho potencial para eso”, concluyen los fundadores de ATOM.