Lima, mientras sus compañeros de secundaria corrían tras una pelota, Alessandro Apolinario Lainez prefería los ejercicios: elevaba su cuerpo hacia el cielo con la fuerza de sus brazos. Esta tarea no se ha detenido y, ahora, con solo 22 años ya ha ganado el Campeonato Nacional de Street Workout, nivel amateur, un deporte que cada vez gana más adeptos en las calles, y que le ha brindado al talento no solo salud física, sino también bienestar mental y emocional, componentes fundamentales para lograr el éxito.

El street workout o entrenamiento callejero es un movimiento que se basa en entrenar en la calle, usualmente en parques y espacios públicos con instalaciones de barras, usando ejercicios de peso corporal. Es una disciplina que promueve la libertad deportiva. Sus seguidores lo describen como un estilo de vida, caracterizado por valores como el respeto, la fuerza y la educación.

Alessandro ocupa el primer puesto en la carrera de Ingeniería Agrícola en la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM). Por su gran desempeño académico, ha ganado la Beca Mitsubishi-UNALM (2017); la Beca Excelencia Académica y Movilidad Internacional – UNALM (2020), con la que pudo tener una experiencia académica con la Utah State University; y la Beca Permanencia (2018) del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación.

El talento asegura que sus buenas calificaciones son gracias al deporte: “Al tener un mejor estado físico, no me cansaba en las clases. Siempre tenía energía. Me ayudaba a mantenerme despierto. Más concentrado. Mi cerebro funciona de otra manera. El mejor estado físico ayuda al desempeño académico. Y no solo lo comprobé en la práctica, sino que hay estudios que corroboran esto”.

El valor del compromiso deportivo

Cuando Alessandro piensa su vida como una película, vuelve a la edad de 16 años. Rápidamente sus músculos empezaron a crecer y mientras todos sus compañeros gritaban de algarabía por sus acrobacias en la barra fija, algo terrible le pasó. ¡Cayó al suelo! Una ambulancia vino por él. “Me sentí campeón, todo me iba bien, estaba tan confiado que me impulsé a realizar una maniobra que no debía”, cuenta.

Es por ello que a Alessandro no le gusta la palabra ‘campeón’. “Siento que esa palabra te limita. No me considero el mejor, pero trato de ser de los mejores”, asegura. Y para lograrlo señala que la persona que más admira en la vida es su mamá: Maria Pilar Lainez Cayetano: “Ella me enseñó a dar todo de mí ante las mayores dificultades”.

Y agrega: “Tuve miedo. Ya no confiaba en mí. Perdí clases por el accidente. Pero luego me di cuenta que esto no podía quedar así. Me esforcé para recuperarme. Tanto físicamente como mentalmente. Más allá de ser inteligente, es la actitud que uno le pone lo que hace la diferencia. Si piensas que vas a salir bien, tienes que darlo todo”.

El futuro ingeniero sigue practicando street workout. En la actualidad, él pertenece a la categoría pro, un grupo selecto de deportistas a nivel nacional que vienen entrenando con la finalidad de participar en competencias internacionales.

Otras de las grandes pasiones de Alessandro, quien nació en Lima, es la investigación. Por algo es uno de los mejores de su clase y ganador de diversas becas que comprueban su alto rendimiento académico. Él es el presidente y fundador del Círculo de Investigación en Desarrollo de Energía Hidráulica de la UNALM. También es vicepresidente del Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería Agrícola (CONEIA), 2021.

“Llamo a todos los jóvenes a practicar cualquier deporte. El deporte es disciplina. Tienes que cumplir lo que te has propuesto. Desarrolla tu compromiso. No siempre vas a tener la motivación contigo, pero con el deporte aprendes a hacerlo, a pesar de no sentirte bien. Y creo que es en los días malos, donde las personas se vuelven exitosas. ¡Siempre hay que darlo todo!”, nos anima. Él es un claro ejemplo de que los estudios con el deporte son la mejor combinación.